Jugó para olvidar
Luis Jaramillo espera hacer una excelente presentación en el mundial.

Vielka Cádiz Franco | DIAaDIA

Su mirada lucía perdida y sus ojos denotaban tristeza... desencanto... aflicción, sentimientos que contrastaban con el ambiente de alegría que prevalecía a su alrededor y que suponía el momento propicio para estar feliz.

Así estaba él, el mundialista Sub-20 Luis Ricaurter Jaramillo, apostado en una esquina de un salón donde se agasajaba a la selección, tratando de asimilar tanto regocijo después de haber probado tanto dolor.

Este joven, que creció y se hizo jugando fútbol en las sedentarias canchas del populoso barrio de Plaza Amador, confesó a DIAaDIA que su progenitor (aunque hoy en día lo conoce) nunca lo reconoció y su madre falleció prematuramente hace un año producto de una enfermedad.

"He tenido una vida bastante difícil, me crié sin mi padre, mi madre murió el año pasado y desde los 15 años yo mismo me he mantenido gracias a que juego fútbol", manifestó este mediocampista que a base de lucha y sacrificio, logró ganarse un puesto dentro del tercer seleccionado que representará a Panamá en el Mundial Juvenil.

Jaramillo dijo que un día después del entierro de su progenitora, se fue a entrenar con su club de ese entonces, San Francisco, porque pensó que sería la mejor forma para superar el dolor.

"Se acercaba el torneo de la UNCAF, yo quería jugar y gracias a Dios pude entrar de suplente. Esa decisión me ayudó a aliviar un poco mi pena, lo mejor que hice fue irme a jugar", expresó.

Hoy, el volante de tez morena y titular en la escuadra que dirige Julio César Dely Valdés, le agradece a su familia y a la gente del sector de Plaza Amador y del club Chepo FC, que lo han ayudado a salir adelante y a pensar que con el fútbol se puede lograr cosas importantes.

Y es que además de la penosa situación personal que ha experimentado en sus cortos 19 años, Luis, al igual que muchos otros jóvenes del vetusto barrio, ha tenido que trazarse objetivos claros para poder sortear la serie de problemas sociales (droga, alcohol, balacera, violencia, etc.) que cada vez más sacuden al sector.

Siendo admirador del inglés David Beckham y viendo el claro ejemplo de las "estrellas" brasileñas Ronaldinho, Adriano y otros tantos que han salido de las favelas para triunfar en los grandes escenarios del balompié mundial, el joven futbolista no pierde la esperanza de "llegar a ser como alguno de ellos".

"La vida ahí es difícil, pero teniendo objetivos claros, viendo el ejemplo de otras personas de ver cómo han quedado por andar en malos pasos, de saber lo bueno y lo malo, he podido superar todo eso para dedicarme a algo mejor", indicó.

En la actualidad, Luis vive con su abuela Xiomara de Córdoba y su bisabuela materna, dos personas que le han dado todo lo que por uno u otro motivo no le dieron sus padres y por lo que él desea triunfar.

Ahora, embriagado por la felicidad que le produce estar a pocos días de debutar en el Mundial de Canadá 2007, Luis anhela clasificar a Panamá a la segunda ronda, objetivo que aún no han logrado las dos selecciones antecesoras.

REALIDAD

Luis dijo que desde los 15 años devenga un salario por jugar fútbol con el Chepo FC, club que también lo becó para que continuara sus estudios secundarios.

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