Aunque normalmente se utiliza agua caliente para la ropa blanca, recomendamos lavar las camisas con agua fría.
La lejía desgasta las prendas con mucha rapidez, por ello, se aconseja la utilización de blanqueadores. Si va a utilizarla para poner la ropa en remojo, procure no dejarla más de una hora.
A la hora de guardar las prendas es preferible dejarla colgada que doblada, y airearla de una temporada a otra.
Cuando utilice camisas, procure evitar los desodorante en barra y escoja mejor un aerosol. Los primeros destiñen la tela y producen manchas muy antiestéticas.