Desde que en 1930, comenzaron la jugarse los Campeonatos Mundiales de fútbol, nunca antes el país anfitrión se había quedado en la primera vuelta.

Ayer, en la doble tanda mañanera, no le alcanzó a Sudáfrica, con la victoria alcanzada frente a Francia, y se quebró esa racha.

Pasó lo que tenía que pasar. Las futbolistas de Francia, campeones mundiales hace 11 años, y subcampeones hace cuatro años, se van de Sudáfrica'2010 por la puerta de atrás. Sin buscar culpables, se trata de una vergüenza colectiva.

Raymond Doménech, un técnico francocatalán de 58 años, se fue peleado con el público, con Nicolas Anelka, con la selección, con Zinedine Zidane, con el técnico Carlos Alberto Parreira, es decir: con Dios y todo el mundo. Aun así, Doménech, no es el único responsable de esta debacle deportiva.

Con polémicas decisiones, como las de no convocar a Giuly, Trézéguet, o Benzema, y de relegar a la banca de los suplentes a Henry, no es suyo totalmente el fútbol pobre de sus dirigidos.