Toda la hidratación se encuentra en el centro, cubierta por una dura corteza de protección, denominada cutícula. Si la cutícula del cabello está bien cuidada, el cabello entero se mantendrá en buenas condiciones, si la corteza se rompe y deja la médula expuesta, el cabello se irá debilitando hasta llegar a romperse.
¿Por qué y cómo dañamos nuestro cabello?
La cutícula puede dañarse por varias causas, desde factores ambientales como la contaminación, el polvo, los rayos U-V, hasta por un cepillado excesivo, enérgico o de forma incorrecta, el uso excesivo de herramientas de secado y arreglo de cabello y los tintes.
El daño severo de la cutícula es irreversible; por eso, es necesaria la hidratación con tratamientos adecuados y acondicionamiento.