Un error conceptual de Luis "Coco" Henríquez propició el gol que le dio la victoria a Estados Unidos 1-0 sobre Panamá, que eliminó anoche a la Roja de la Copa Oro.

El error de Henríquez fue aprovechado por Landon Donovan. ¿Cómo el "Capitán América" no iba a sacar provecho del regalo?

Y es que "Coco", en vez de marcar al 10 yanqui, prefirió replegarse y dejar a Donovan solo y su alma para que este, sin presión, enviara un centro que fue rematado por Clint Dempsey, luego de ganarle la espalda a Adolfo Machado a los 76 minutos.

¿Qué pasó por la cabeza de "Coco" cuando, en vez de ir a marcar al jugador más importante y desequilibrante de Estados Unidos, se fue al centro de su área grande? Solo él sabrá.

Los jugadores, cuerpo técnico, etcétera dirán hoy que, cuando ganamos, ganamos todos y, cuando perdemos, perdemos todos, un discurso usual del fútbol, no obstante, ayer no perdieron todos porque la patria futbolera tiene que negarse a ver a Alberto Quintero y Felipe Baloy como perdedores; del resto, cada quién que saque sus propias conclusiones porque algunos la responsabilidad le quedó grande.

La entrega, el amor propio y el pundonor que demostraron Quintero y Baloy fueron conmovedores, lástima que no alcanzó para llevar a Panamá a su segunda final de la Copa.

Aunque cueste pasar la página, hay que aprender que estos errores son los que marcan diferencias, de los que se conforman en decir solo fue un error. Hay que cambiar el discurso conformista "de que bueno se llegó a las semifinales, que Estados Unidos es más grande", etcétera, porque pensar así es de mediocres.