Es innegable que en Panamá los ciudadanos pueden protestar. Pero como diría alguien por allí, "hay protestas... y hay protestas". Un grupo beligerante, persistente y tenaz, que además ha dado muestras de civismo y de conducta ejemplar, es el de las enfermeras.
En lugar de bazucas, ellas han utilizado un rosario y una vela encendida frente a una basílica como armas eficaces para hacerse sentir.
Y fueron más allá: No se fueron a huelga porque para ellas es más importante su vocación de servir.
Sin embargo, han protestado y se han hecho sentir. Un aplauso para una actitud ejemplar.
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