¡Buenos chicos! Aunque no se preparan para un competencia canina, lo hacen para integrarse a la familia. Sólo con el sonido de un cliker, la voz de su ama o la de sus entrenadores, Libby, Pixie y Max atienden las señales que van aprendiendo, como sentarse o acostarse.
Estos tres caninos, las dos primeras de la raza labrador y el último de la jack russell terrier, hacen cada mañana su demostración de obediencia en el parque de Betania, frente a la Iglesia Santa Eduviges; todo un espectáculo ante la mirada de los vecinos, que sin duda quisieran tener un perro como éstos.
La entrenadora, Lourdes Barrios, del Centro Profesional de Adiestramiento Canino, destacó que un entrenamiento básico los ayuda a ser buenos miembros de la familia y la sociedad, además evita los desastres en la casa, como ensuciar los muebles u orinarse. Según ella, a los panameños no les gusta tomarse el tiempo de enseñarle al perro, que es como su hijo.
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