Una pesadilla vivieron los cerca de 300 panameños que hicieron un sacrificio para acompañar a la selección en este frustrado sueño eliminatorio.
Los periodistas fueron insultados y además les tiraron botellas de agua y comida. Además, un fanático panameño de nombre Jaime Martiz, mejor conocido como "Tito Neón", recibió un botellazo que le provocó una herida en el rostro, la cual necesitó de la rápida atención médica de miembros de la Cruz Roja Salvadoreña. Su compañero Aristides Méndez, dijo que recibió "algunos toletazos de parte de la Policía".