Durante el espectáculo "Ilusiones de un niño duende" -que se presenta hasta el domingo en el Teatro Anayansi de ATLAPA- la buena escuela de acrobacia China se hizo evidente.

Los 26 artistas que participan en este espectáculo pertenecieron a la conocida escuela acrobática de Chengdú, en el país asiático, una institución con más de 58 años de tradición, que alberga a más de 650 alumnos permanentemente.

En este centro los niños son aceptados desde los tres años, y además de la enseñanza básica, se les brinda instrucción en la carrera de acróbatas. "Los maestros acróbatas captan si ese niñito puede ser contorsionista, malabarista, equilibrista, saltimbanqui y los adiestran", afirma Ricardo Pérez Carbonel, director de "Show Center Group".

Después de años de adiestramiento y de interminables giras por Europa, Asia y Estados Unidos, el grupo integrado por 29 artistas de las acrobacias llega a Latinoamérica, siendo Panamá el segundo país en visitar.

Es un espectáculo que incluye 14 de los más increíbles actos jamás antes vistos, dentro de los que se destaca dama voladora en aro colgante, contorsionismo y equilibrismo colectivo, vuelo en telas y danza de leones.

Será una hora y 45 minutos de diversión y sorpresas en la que la música, las luces y la fantasía se mezclan para demostrar que con dedicación y esmero los sueños se pueden hacer realidad.

Las presentaciones serán hasta el domingo.