"Cuando vi a los otros niños bailando, dije que yo también quería bailar", es lo que dice el niño Tomás Jaramillo, de 10 años, quien estudia en el quinto grado de la Escuela Juan E. Jiménez, ubicada en Cerro Azul.

Un tanto temeroso, el estudiante admitió que su baile favorito es El Punto, Julia pela la yuca, pero que también disfruta de los bailes congos.

Cada fin de semana, él junto a sus compañeros asisten a las prácticas que son dictadas por la maestra Lisseth Villalba.

"Mi mamá me dijo que me daba permiso para bailar", dijo complacido el pequeñín, quien reside con su mamá Santa Martínez y sus cuatro hermanos en la comunidad de Buena Vista de Cerro Azul.

"Los niños que viven por la casa se burlan, porque bailo típico, pero yo les digo que eso es un honor, porque es la música de Panamá", aseveró el estudiante.

Una gran emoción siente su madre cada vez que lo ve bailar, ella aseguró que desde que él estaba pequeño lo metió en un grupo típico y como él le dijo que le quedó gustando, ella lo ha seguido apoyando, a pesar de no contar con el dinero para comprarle el vestido típico.

"Yo le dije que le iba a conceder lo que me pidió, y poco a poco estoy consiguiendo sus cosas, aunque me falta el sombrero pintao", manifestó.

Las personas que lo conocen dicen que este es un buen niño y que baila muy bien, eso llena de orgullo a la señora Santa, quien admite que le da ganas de llorar de la emoción y más al ser buen estudiante.

EJEMPLO

Tomás es el cuarto de cinco hermanos. Tiene buenas calificaciones y se porta muy bien.