Los portugueses se encomendaron a Sao Joan (San Juan), que ayer celebraba su día. Sus oraciones valieron la pena, ya que consiguieron su pase a la siguiente fase de la Eurocopa.
Ahora hay que ver qué hará Sao Pedro el día 29, en la otra gran festividad del verano lusitano. Ellos esperan que deje todo amarrado para que los locales festejen al día siguiente, y con suerte, también cuatro días después.
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