Un día, un ángel se arrodilló a los pies de Dios y habló:
Señor, visité toda tu creación, estuve en todos los lugares. Vi que eres parte de todas las cosas.
Y por eso vine hasta ti, Señor, para tratar de entender.
¿Por qué cada una de las personas sobre la tierra tiene apenas un ala? Los ángeles tenemos dos. Podemos ir hasta el Amor que el Señor representa siempre que lo deseamos.
Podemos volar hacia la Libertad siempre que querramos. Pero los humanos con su única ala no pueden volar.
"No podrán volar con apenas un ala"...
Dios respondió: "Sí, yo sé que hice a los humanos solamente con un ala".
Intrigado, el ángel quería entender y preguntó:
"Pero, ¿por qué el Señor dio a los hombres solamente un ala cuando son necesarias dos para que puedan volar?"
Sin prisa, Dios respondió: "Ellos sí pueden volar, mi ángel. Di a los humanos una sola ala para que pudiesen volar más y mejor que nuestros arcángeles"...
"Para volar, mi pequeño amigo, tú precisas de tus dos alas... y aunque libre, tú estás solo... mas los humanos, con su única ala precisarán siempre de dar las manos a alguien, a fin de tener sus dos alas", dijo el Señor.
"Cada uno debe buscar su segunda ala en alguien, en algún lugar del mundo, para que se complete su par", prosiguió.
"Así, todos aprenderán a respetarse y a no quebrar la única ala de la otra persona, porque pueden estar acabando con su oportunidad de volar", dijo con sabiduría.
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