Un jurado de la ciudad de Atlanta, en el estado de Georgia, condenó a cadena perpetua a Lena Driskell, una mujer de 79 años que confesó haber matado a su ex novio de 85, porque creía que la engañaba con numerosas mujeres.
Decía la homicida que Herman Winslow, su esposo, tenía muchas aventuras amorosas, una aberración mental.
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