"Dos cabezas piensan mejor que una", reza el dicho, pero en este caso son tres. Kathia Sánchez, Carlos Rojas y Eliana Tabares son tres artistas plásticos, pero también comparten su afición por el ambiente. Cada uno de ellos tiene un modo muy peculiar de compartir su arte.

MALAMBO, SU SEGUNDA CASA

Cuando alguien pregunta: ¿dónde está Eliana? de seguro la respuesta será en el Hogar de Malambo. Sucede que desde hace un año, esta pintora dicta talleres de arte a las niñas del hogar, que es financiada por la Fundación Casero. En los talleres, no sólo les enseña a pintar, sino también sobre cómo hacer papel reciclado, tejer y un poco de todo.

CAMPO DE BATALLA: CURUNDU

Por su parte, Carlos Rojas dedica su tiempo a ayudar a los niños de Curundú, no tanto con arte, sino brindándoles apoyo en sus asignaciones escolares, ya que la mayoría de los niños que atiende en el centro, carecen de soporte familiar. Entre una de las hazañas está un mural, en el que participaron niños y jóvenes en riesgo social y miembros de bandas.

CONTRA VIENTO Y MAREA

Una paisajista en todo el sentido de la palabra, eso es Kathia Sánchez. Ella postergó los estudios de arte, por obediencia a sus padres, así que primero estudió turismo. Ahora combina sus viajes a sitios turísticos de Panamá y los refleja en sus pinturas. A su vez, también junto a Carlos y a Eliana participa de cuanta actividad haya para fomentar el arte y el ambiente.

La última oportunidad donde trabajaron juntos, fue a través de una invitación de Smithsonian y se convirtieron en los facilitadores para un grupo de niños, que confeccionaron manualidades con desechos.

UNIDOS

El grupo de artistas defensores del ambiente está compuesto también por Claudia Lamboglia.