Mueve tu casa, tu cama, tu cuerpo.
Camina, sal por las mañanas, sal de la rutina del trabajo, las relaciones y los patrones de vida.
CAMBIA TU PERSPECTIVA.
Acércate a aquellas personas con las que puedas ser auténtico y nutran tus sueños más locos. No necesitas mover montañas: trasladar una pequeña piedra puede hacer maravillas.
TOCA
Da abrazos a todo aquel que quieras. Besa a la gente en la mejilla.
Acaricia tu gato, tu perro. Saborea la sensación de un pañuelo de seda, de una pieza de madera. Toca el musgo, las cortezas, las rocas y el agua. Mientras más lo hagas te sentirás más a gusto con el placer de tocar.
ESCUCHA
Siéntate en silencio y observa lo que hay allí para ser escuchado. Escucha a la gente, lo que realmente están diciendo. Escucha hasta la última nota de cada canción. Escucha tu voz interna, esa que sólo escuchas cuando la confusión de cada día disminuye. Escucha con tu corazón aquello que nunca es hablado.
SIENTE
El dolor, experimenta el gozo, hasta que sientas que vas a evaporarte. Permítete reír hasta que te duela, siente el amor desde lo más profundo de tu corazón. Enójate y expresa tu furia, pero hazlo a solas.
Si no sientes de verdad, no estás vivo.
CONFÍA
Tú sabes lo que necesitas saber. Detén tus dudas. Aquella cosquilla interna es tu más alta verdad y ella te servirá del mejor modo.
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