Su vida dio un giro de 360°. Zaida Gates, de 58 años, de una joven de la calle pasó a ser pastora evangélica, que ahora ayuda a las prostitutas y mujeres maltratadas.

Zaida es una panameña residente en Alemania, que tuvo una experiencia triste, pero que a la vez le sirvió para superarse y ser alguien en la vida, eso sí, con la ayuda incondicional de Dios.

Creció en el barrio de El Marañón, en calle 19. Allí vivía con su madre, padre y hermanos. Su madre lavaba y planchaba ropa. A sus 15 años fue abusada sexualmente por un alemán cuando acudió a dejarle la ropa en El Cangrejo.

Le hicieron abortar la criatura cuando tenía 5 meses. "Cuando estaba acostada en la cama, en mi ignorancia me preguntaba, ¿por qué tengo que pagar lo que hizo ese hombre?".

Luego de eso tuvo que irse de su casa porque sus familiares le decían que era una mujer fracasada. Confesó que en las calles robaba para comer, otras veces pedía dinero y comida. Dijo que no se prostituyó porque estuvo 2 años sangrando debido a que no tenía cómo cuidarse luego del aborto.

Ella ayudaba a las prostitutas, les cuidaba la puerta cuando tenían un cliente, les lavaba la ropa y les hacía mandados. Un buen día, en su desesperación, Zaida dijo: "Dios, si tú me sacas de esto, yo voy a hacer algo por Panamá".

Salió embarazada a los 18 años, la criatura se la dio a su madre y, en busca de empleo, decidió emigrar a Estados Unidos, recorriendo toda Centroamérica. En San Diego trabajó un año de empleada doméstica, y a sus 25 años el Espíritu Santo la ayudó.

En California se graduó de Licenciada en Sustancias Abusivas, para trabajar con diferentes culturas. Es pastora evangélica, ha predicado en varios países. Ahora está casada, vive en Alemania y está desarrollando en Panamá el proyecto "Rahab", para ayudar a prostitutas y mujeres maltratadas.

SU SUEñO

"Me gustaría que cada mujer de Panamá y de todo el mundo pueda superarse con dignidad por sí misma", dijo Zaida.