Para las autoridades, son medidas de protección preventivas, pero, para algunas víctimas, es garante de su vida.
Sin embargo, las boletas de protección expedidas por los corregidores no es en estos tiempos suficiente para evitar más agresiones físicas y verbales, ni siquiera para evitar la muerte de personas inocentes.
¿PROTEGEN O NO A LAS VICTIMAS DE VIOLENCIA?
Sencillamente, le ayudará para cuando el agresor intente agredirla. Usted puede acudir a un policía para que lo detengan de inmediato, sólo si presenta su boleta. Lo cierto es que existen momentos en los que a su vista no hay un policía que pueda escuchar su voz de auxilio, y es precisamente ese momento en el que su vida se le puede escapar.
Pero aún así, para Eliécer Barsallo, coordinador de corregidores de la Alcaldía de Panamá, una boleta de protección es muy valiosa. Dijo que está prohibido matar, robar y cometer otros delitos, pero, lamentablemente, hay personas que lo hacen.
Agregó que la ley del 10 de julio de 2001 del Código Judicial de la República de Panamá, regula en materia de violencia doméstica varias medidas de protección que pueden ser expedidas por los corregidores, como:
El arresto provisional del agresor. El presunto desalojo de la vivienda por parte del agresor. Dictar fianzas de paz y buena conducta. Proceder a allanamientos con la finalidad de socorrer a la víctima que está siendo objeto de la violencia doméstica, entre otros.
Según el inspector Rubén Feullibois, las boletas de protección son sólo una barrera imaginaria, porque no se puede tener a un policía o detective 24 horas protegiendo a una sola persona.
TAMBIEN ENTRE VECINOS
Las boletas de protección no sólo se otorgan por problemas de violencia doméstica, sino también en situaciones en las que vecinos tienen problemas y hay amenazas de agresión, dijo Barsallo.
Para el inspector de la PTJ, Rubén Feullibois, en muchas ocasiones los problemas comunes entre vecinos se deben a posesión de tierra.
Hay ocasiones en las que se imponen fianzas de paz, que son también utilizadas cuando hay diferencias entre vecinos o compañeros. Aquí pueden darse multas de hasta de 600 balboas, dependiendo de la gravedad del problema, y si no se hacen efectivos los pagos en menos de 48 horas, se pueden convertir en días de arresto.
TRATAMIENTO PSICOLOGICO
Los agresores necesitan recibir tratamiento por parte de un psicólogo, ya que cuando la víctima recurre muchas veces a una boleta de protección, la agresividad del victimario aumenta. Para la psicóloga Geraldine Emiliani, a veces las boletas no tienen ningún efecto, porque la violencia continúa. "Estas personas deben ser detenidas y puestas bajo tratamiento", dijo.
ESTADISTICAS
Este año, según la División de Homicidios, se han registrado tres casos donde personas tenían boletas de protección y aún así se convirtieron en víctimas de homicidio.
CASOS
El inspector Feullibois explicó que uno de estos casos fue el recién ocurrido en Río Abajo, donde la víctima, Yolanda Ericka Penson, fue asesinada por su concubino Claudio Antonio Daniels el pasado 19 de junio. Esta mujer tenía aproximadamente unas 7 boletas de protección, expedidas desde el año 2000, la última le fue dada el 30 de mayo del 2005, según el corregidor de Río Abajo, Omar Ahumada.
Feullibois indicó que en este caso había, además de un problema de violencia doméstica, un problema de conducta, porque ella siempre retiraba las denuncias.
Daniels había pagado dos condenas de seis meses cada una, en el Centro Penitenciario de Tinajitas.
También el homicidio ocurrido en San Miguel el 28 de marzo de este año, donde Tahina Liseth Zorrilla, de 23 años, fue asesinada de 44 puñaladas por Edgar Tejada, de 21 años, su ex-concubino en la multi Nº 2 de San Miguel. En este hecho de sangre, la víctima poseía una boleta de protección en contra de Tejada. Ese mismo día, en horas del mediodía, la dominicana Celina Sánchez Lara, de 44 años, también fue asesinada, supuestamente, por la ex-mujer de su esposo en su apartamento 10 del quinto piso de la Casa de Piedra de calle 25 de El Chorrillo. La dominicana, según Feullibois, tenía una boleta de protección.
TESTIMONIO
DIAaDIA conversó con una víctima de la violencia doméstica, a quien, por efecto de guardar su identidad, llamaremos "Karla", y al agresor, su esposo, "Luis". Ella es una mujer de 35 años, tiene una hija de 10 años, y en los últimos meses de su relación con Luis fue víctima de la violencia doméstica.
Hace ya unos seis meses Karla recibió golpes en su anatomía, inclusive su rostro, por su esposo. Esto la motivó a dejarlo definitivamente y acudir a una corregiduría, donde recibió una boleta de protección.
La medida de protección no ha evitado hasta ahora que él deje de acosarla llamándola a su trabajo para amenazarla.
Luis tiene una nueva relación, por lo que Karla decidió también hacer su vida con otra persona, pero él la tiene amenazada diciéndole que si llega a verla con alguien la matará.
Hace varias semanas recibió una llamada amenazante de Luis. "Estaba bastante asustada y llamé a la Policía Nacional, pero sólo me dijeron que si no me había hecho nada y no estaba allí no podían detenerlo". Esa situación la preocupó y la hizo pensar que la Policía sólo actuaría en caso de que le pasara algo. La boleta de protección dejó de ser para ella su salvación y, ahora, en su cartera lleva consigo un cuchillo para defensa propia.
Su miedo es que le haga daño también a su hija, como ya lo ha mencionado.
|