Un penalti transformado por Francesco Totti, en el minuto 95, acabó con el sueño de Australia (1-0) y puso en cuartos de final a Italia, que jugó con diez hombres desde el minuto 50 por una rigurosa expulsión de Marco Materazzi.
Hasta la expulsión del central del Inter, Italia había llevado el peso del partido y había tenido las mejores ocasiones frente a un rival que nunca se dio por vencido y tuvo sus opciones, especialmente cuando jugó en superioridad numérica.
Sin embargo, cuando el partido se encaminaba hacia la prórroga (m.93), Grosso encaró a una defensa australiana, recortó a Neill y cayó.
El árbitro, el español Medina Cantalejo, señaló el penalti, Totti no falló. Italia se clasificó para cuartos y ya no hubo tiempo ni para sacar de centro.
En contra de lo que podía pensarse, a Australia no le pesó la responsabilidad de jugar el partido más importante de su corta carrera futbolística.
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