Por querer hacer un bien se llevaron un mal rato ayer en la tarde.

Una decena de funcionarios del Instituto Nacional de Salud Mental (INSAM) acudió al hospital Santo Tomás (HST) a distribuir canastillas, en el marco de los 75 años de la institución para la que laboran. Sucede que al ingresar a uno de los ascensores de la sala de Maternidad María Cantera de Remón, quedaron atrapados y se mantuvieron en este sitio caluroso por una hora y quince minutos.

La desesperación se apoderó de estas personas, pero astutamente pensaron en otras más vulnerables, ya que junto a ellas se encontraba una mujer embarazada y un bebé recién nacido, además de la trabajadora social del nosocomio. Relataron que se daban ánimos unos a otros, pero era inevitable dejar de mirar el reloj.

Los minutos se prolongaban y la ayuda era nula.

Leila Valencia fue una de las que quedó atrapada y contó que "el hospital llamó súper tarde, pero nosotros ya habíamos llamado a los bomberos al 103".

"Pensé en mantener la calma y rogando que nos auxiliaran rápido", relató otra de las afectadas, quienes al salir del ascensor salieron respirando fuertemente, algunas secándose el sudor o las lágrimas. Estaban muy nerviosas.

NO ES COMUN

Unidades del cuartel Ricardo Arango acudieron al llamado de esta urgencia. Se conoció que estos casos son esporádicos.