El Papa Benedicto XVI expresó su preocupación por el proselitismo de las sectas en Honduras, así como por la pobreza, violencia, emigración, destrucción del medio ambiente y corrupción en el país centroamericano. Así lo manifestó en el discurso que dirigió a los obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), que se encuentran en el Vaticano.