
Quedó sin un peso en el bolsillo.
Quedó sin un peso en el bolsillo.
Quedó sin un peso en el bolsillo.
Tomás intenta llamar a su casa, pero el teléfono le sale ocupado.
Foto: JESUS SIMMONS
Quedó sin un peso en el bolsillo.
Tomás intenta llamar a su casa, pero el teléfono le sale ocupado.
Foto: JESUS SIMMONS
Quedó sin un peso en el bolsillo.
Tomás intenta llamar a su casa, pero el teléfono le sale ocupado.
Foto: JESUS SIMMONS
Quedó sin un peso en el bolsillo.
Tomás intenta llamar a su casa, pero el teléfono le sale ocupado.
Foto: JESUS SIMMONS
Quedó sin un peso en el bolsillo.
Tomás intenta llamar a su casa, pero el teléfono le sale ocupado.
Foto: JESUS SIMMONS
Nespor realizaba un viaje desde Brasil hasta Cancún, México, en bus. Él ya había pasado por Argentina, Chile, Perú, Colombia y Panamá, pero al llegar a Costa Rica, un taxista le robó todas sus pertenencias. Ante esto, se devolvió a Panamá pidiendo aventones, porque acá queda el Consulado de su país.
Manifestó que su Embajada le brindó ayuda pagándole una estadía por tres días con sus respectivas noches en un hotel y luego lo remitió al Servicio Jesuita de Apoyo al Refugiado.
Los jesuitas le ayudaron con un hospedaje por cinco días en un hotel. También le brindaron la alimentación, pero están preocupados porque su familia no le ha podido enviar el dinero para poder viajar a su país.
Tomás nunca pensó que viviría momentos tan terribles cuando inició su travesía que tenía como objetivo conocer Cancún, México. Hoy, solo desea volver a ver a sus familiares.