Salió decidido a demostrar que no es sólo un tenista de arcilla, y lo consiguió.

El español Rafael Nadal, segundo favorito, cumplió ayer en su debut en el Torneo de Wimbledon, en pista de césped, al liquidar al inglés Alex Bogdanovic en la primera ronda, por 6-4, 7-6 (3) y 6-4 en dos horas y 31 minutos.

El bicampeón de Roland Garros desplegó un juego eficaz en la pista uno del All England Club, y con pocos errores en su casillero (25) se clasificó para la segunda ronda, donde tendrá como rival al estadounidense Robert Kendrick, 237 del mundo, un jugador procedente de la fase previa, que superó al Yen-Hsun Lu, de Taipei, por 7-6 (5), 6-3 y 6-0.

La confianza ganada en el primer set fue definitiva para que el partido resultara corto, tal y como deseaba el propio Nadal.