No duermen por temor a que el río vuelva a crecer. "Esto fue un desastre. Yo creo que fui la más afectada, pues a pesar de la altura que tiene mi casa, la corriente casi me lleva con mis hijas cuando tratamos de escapar para no ahogarnos".

Así se expresó María de Estribí, quien aún se siente muy nerviosa, ya que reside en San Vicente, donde las aguas hicieron de las suyas. Además del trauma que esto les ocasionó, María y sus dos hijas lo perdieron todo: ropa, muebles, zapatos y camas.

Pero para Abel Rodríguez, vecino del lugar, la situación es aún más triste, pues todos sus hijos, sus nietos y él viven en la misma casa.

Son alrededor de 15 personas, entre niños y adultos, quienes perdieron todo y la ropa está toda mojada, por lo que solicitan ropa seca, aunque sea para los niños. "No hay cuándo se seque la que tenemos, porque no deja de llover", dijo muy acongojado Abel.

Además de Abel y María, muchas otras familias resultaron afectadas por las inundaciones, pero casi todos aseguran que todo esto fue causado por un relleno que han hecho cerca del puente en San Vicente, ya que el río se desborda hacia sus viviendas. También se da por la gran cantidad de basura y árboles que obstaculizan el libre paso del agua.

AFECTADOS

Sólo en San Vicente hay 20 familias afectadas por las inundaciones del lunes. Necesitan ropa para los niños.