Rosaura había nacido sin ningún problema. (Foto: ROBERTO BARRIOS / EPASA)
Viola Guevara Gallimore
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Una víctima. Rosaura Toro tiene 35 años y fue a la edad de cinco cuando fue afectada por la bacteria del polio, lo que le provocó una fuerte fiebre que la dejó con parálisis cerebral.
Ella sólo recibió una de las tres dosis de la vacuna, lo que significó que la falta de sus refuerzos la hicieron vulnerable ante esta bacteria que está en el medio ambiente.
Su madre, la señora Rebeca Toro, ha luchado incansablemente para salir adelante con su hija para que, por lo menos, no le falte lo necesario para seguir viviendo, ya que los doctores le dijeron que el daño es irreparable.
Es a través del Comedor Social de Torrijos Carter que recibe ayuda, como comida, pañales y hasta la silla de ruedas que Rebeca debe utilizar por su condición de discapacidad.
La pastora, Blanca de Barría, directora del comedor, dijo que a pesar de que no reciben ningún tipo de ayuda de entidades privadas ni públicas, con los propios ingresos de ella ayudan a Rosaura y a otros casos que atiende el comedor, que beneficia a cientos de personas en el sector de Torrijos Carter.