Si desea añadir misterio, atracción, color y belleza a su mirada y a su rostro, debe hacer buen uso de las sombras; si éstas no se aplican en los tonos y medidas justos, pueden acumularse en los pliegues del párpado y causar una impresión desfavorable.
La sombra en polvo permanece más tiempo en los párpados; sobre todo si con anticipación se humedece el aplicador. Las sombras en crema se secan más rápidamente.
Es inevitable que al pestañear la sombra se corra, debido a la grasa natural de los párpados; aplique talco antes de colocarla.
Las sombras se aplican en dos capas: una clara que abarca todo el párpado hasta el hueso de las cejas, y otra más fuerte, del mismo color, para reforzar el pliegue del ojo.
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