Fue un asalto frustrado. Dos impostores querían salirse con la suya, pero el tiro les salió por la culata. Helman Antonio Sánchez, haciéndose pasar por policía, con el uniforme puesto y con un arma calibre 38, serie limada y dos municiones vivas, se introdujo a las oficinas de la estación de gasolina de Los Andes, junto con Orlando Jaén, quien portaba un revólver 9 milímetros, y se hacía pasar por cobrador de productos.
Al entrar, amenazaron a las dos empleadas del lugar y las amordazaron, pero la malicia de un seguridad que estaba cerca les arruinó todo el plan. El seguridad alertó a la ronda policiva, y éstos acordonaron todo el lugar, dando con la detención de ambos sujetos. Según las autoridades, la placa utilizada por el falso policía fue robada a un sargento hace varios meses.
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