Mosquitos y más mosquitos. Una fuga de aguas negras de las barracas de San Miguel, tiene a los residentes cercanos a la casa La Magnolia enfermos, pues el mal olor y la gran cantidad de mosquitos no los dejan vivir en paz.
Los más afectados son los residentes de uno de los edificios nuevos. "Nada más tenemos cinco años de vivir aquí y ya tenemos este problema, que lleva bastante tiempo", aseguró una de las moradoras.
Tanto es así, que ya entre los desechos y la basura del charco se pueden encontrar algas acuáticas y limo. Para colmo, al cruzar la calle los peatones tienen que dar un brinco largo para no caer en los desechos.
Igualmente, hicieron un llamado a las autoridades para que redoblen la seguridad en esta área, ya que a cada rato se dan asaltos y crímenes.
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