El mono cariblanco, también conocido como capuchino, puede vivir entre 12 y 20 años. (Foto: Adriano Duff / EPASA)
Kathyria Caicedo
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Era un día de gira, estaba de más preguntar por su bachillerato. Un grupo de estudiantes del Colegio Cristóbal Adán de Urriola, de Arraiján, iniciaba su recorrido por el único jardín botánico y zoológico de la Ciudad de Panamá, Summit. El paseo es parte de su preparación, pues están especializados en turismo.
El recorrido empezó con los artistas, los monos: cariblancos y tití se convirtieron en la primera atracción de la excursión. Después de pasar la jaula del jaguar, el gato solo y la nutria, se hacía aún más divertido. Del grupo resaltaba, una voz.
"Mira las bambúes". Estaban próximos al sendero de los bambú, donde conviven unas cinco especies de bambú. "Yo también quiero escribir", fue la frase que muchos soltaron y es que los bambués amarillos, en este caso, son testimonios de historias de amor o de simples visitantes. "Te amo, Franchesca", era una de las tantas leyendas que adornaban los troncos de los bambúes.
Sin prestarle toda la atención a eso, ella no se separaba de la guía, Militza Sanjur. La siguiente parada era la laguna y la casa del cocodrilo. Alguien preguntó: ¿ese es un lagarto? Enseguida respondió: no, es un cocodrilo. "Los lagartos son como la iguana".
Militza, la guía explicó que el cocodrilo carece de dientes, sujetan la presa y se la tragan, no la mastican, concluyó. En el parque los alimentan una vez por semana con 15 libras de pollo.
MAS QUE UN ZOOLOGICO, UN JARDIN BOTáNICO
El paseo tenía que continuar. "Este árbol se llama bola de cañón", dijo Militza, pero una expresión interrumpió. "Mira"... era una ardilla. "No era colorada, era de las normales, dijo Maryorie. Esa misma chica que desde que comenzó el paseo, no se había separado de la guía; la demostración de su interés era difícil de ignorar.
"Se llaman así, por la forma de su fruto", continuó Militza. Los frutos de este árbol exótico, originario de Centro y Suramérica son igualitos a unas bolas de cañón. Otra de las curiosidades de este árbol es que su flor tiene un agradable aroma, mientras que su fruto, todo lo contrario.
Militiza explicó que Summit, cuando fue creado por los estadounidenses, era utilizado para estudiar la flora, incluso que muchos de los árboles que allí existen fueron introducidos, o sea que no son propios de Panamá. Estos estudios servían como información para los soldados y de esa forma conocer los beneficios de cada especie y luego utilizarlos. Su establecimiento se dio en 1923, como una granja experimental.
SABE DE TODO UN POCO
Seguimos con el paseo, a la vuelta iba apareciendo la noria, una especie de lago, pero creada artificialmente. La primera en asomarse, fue Mayorie. "Mira las tortugas", estaban posadas sobre unas piedras, al sentir la multitud y la efervescencia de los muchachos se lanzaron al agua. Enseguida, Maryorie posó su mirada más allá. "Un babillo" fue su expresión. El babillo es un cocodrilo de la especie Caimán crocodrylus. Allí se divirtieron un rato con el babillo.
La caminata tenía que continuar, así que Militza los incitó a seguir. Llegaron a la casa del tapir, era una pequeña laguna. Maryorie se paró a esperar a ver si salía, pero nada. La guía explicó que la reserva de agua servía como refugio ante las amenazas y también sus necesidades. Maryorie estaba desilusionada, "le voy a tomar foto al letrero", con eso se conformaba. De pronto, alguien gritó: "allá está". El tapir estaba comiendo. Más rápido que ligero, Mayorie quedó del otro lado del recinto para verlo y ahora sí, ¡flash"... le tomó la foto.
UNA DE LAS ATRACCIONES ESPECIALES
Como un templo se puede definir el Centro del Águila Arpía, en Summit. Dicho centro es un monumento al ave nacional. La primera muestra son las especies favoritas del águila para alimentarse, como los perezosos, los hormigueros y las guacamayas.
Randy Sánchez, guía del centro, explicaba que después de tres años, un águila ya se considera adulta. Un dato curioso es que el Águila Arpía es un ave monógama, sólo se reproduce con una sola pareja, o sea que si matan a una de ellas, hembra o macho, no habrá más reproducción.
Allí fue la parada más larga. Luego de escuchar y ver la exhibición del ave, los muchachos se fueron atrás del centro, donde está la casa de Cheyenne, quien está solo, pues su compañera Sony, murió el año pasado.
LLEGO EL FINAL
Después del salir del centro, todo terminaba. Hora y media de paseo. El viaje debía continuar, pues luego de Summit, los muchachos fueron a Gamboa.
Maryorie Pérez, de 17 años, estaba satisfecha. Nadie se divirtió como ella.
Maryorie dice que conoce mucho animales, porque le gusta leer y conocer sobre ellos; además, de chica siempre le gustó el contacto los animales, pues en su casa en San Carlos tenían gallinas, patos y otros.
En un futuro, Maryorie espera poder convertirse en una gran guía y dar a conocer las bondades de Panamá.
INAUGURACION
El próximo 12 de julio será la inauguración de Mundo Jaguar, que se convertirá en el nuevo hogar de Denver. Este es un nuevo recinto que le dará más espacio al animal, pues ahora vive en una pequeña jaula. El diseño de Mundo Jaguar está inspirado en la cultura emberá.