Panamá y México, dos equipos con historias y realidades distintas, dos caras distintas se disputarán una plaza en los cuartos de final del Mundial Sub-17.

Los istmeños son la novedad, catalogados por algunos como la mayor revelación del Mundial Sub-17. Derrotaron, en su debut, al campeón africano de la categoría y pusieron así el primer clavo en el ataúd de Burkina Faso.

Entre tanto, México es el anfitrión y candidato al título. Muchos ya lo consideran como favorito al título.

Ambos se medirán el jueves por los octavos de final de este certamen y las sensaciones en cada lado son distintas.

QUIEREN HACER HISTORIA.

Jorge Dely y sus muchachos viven su cuento de hadas. Cada paso que han dado en este torneo ha sido histórico. Saben que tiene cerca los cuartos de final y su técnico lo ha dicho alto y claro: "Estamos entusiasmados; queremos hacer una hazaña histórica".

Los medios de prensa y fanáticos nacionales mantienen la calma, pero saben que consumar esta gesta tampoco es imposible: hay plena confianza en la Rojita.

Pero los dueños de casa (México) no están dispuestos a defraudar a su afición.

Los jugadores del TRI manifestaron que Panamá no será un hueso fácil de roer, sin embargo, tienen plena confianza en el trabajo que vienen realizando: "Somos favoritos y vamos a ganar", declararon los jugadores al diario mexicano Provincia.

Los aztecas tienen todas las de ganar y más aún porque el partido se realizará en Pachuca a 2, 500 metros sobre el mar.

Esta será otra de las clásicas batallas entre David y Goliat... a ver quién saldrá vencedor.