Se dice que la práctica hace al maestro. José López es un hombre de 39 años, que nos confirma la veracidad de la frase.
A los 6 años de edad, de la mano de su padre, José conoció el mundo de la buhonería y, desde entonces, se ha dedicado a la venta de artículos variados.
Ya como adulto, José decidió emprender su propio negocio. Sin muchos recursos, salía a vender sus novelas, y poniendo un cartón en el piso, acomodaba su mercancía y esperaba con ansias su primer cliente. Cuando las ventas estaban malas, José tomaba sus novelas e iba a venderlas a la antigua piquera de Panamá-Colón, aprovechando a los viajeros que, sin duda, querrían algo para entretenerse durante el camino.
A medida que iba madurando, José aprendió que para lograr buenas ventas hay que vender artículos acorde con las temporadas. Así que ampliando su marco de productos, empezó a vender artículos específicos, como útiles escolares, adornos navideños o regalos para días de la Madre y San Valentín. Ya ubicado en una esquina de Calidonia, con sus buenas tácticas y su gran esfuerzo, José ha logrado sacar adelante a sus 10 hijos, incluso, algunos han seguido sus pasos y también han decidido dedicarse a la buhonería.
Con la fiebre del Mundial, la mercancía más vendida es toda la relacionada con los equipos participantes, y aunque la demanda es grande, José asegura que hay que ponerse en las pilas.
"Como puede ver aquí, hay de todo un poquito, yo además de suéter, pulseras, llaveros y gorras del Mundial, también vendo plásticos, carpetas y toallitas. Yo estoy trabajando, honradamente, y no le pido nada a nadie", expresó José.
METELE MENTE
"Para que salgan bien las cosas, sólo hay que meterle mente y trabajar de corazón", aconseja José.
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