Alfredo Poyatos, técnico de la Selección Sub-20 de Panamá, decidió ayer mantenerse al frente de la Rojita, a pesar de ser víctima de los desplantes de la Federación Panameña de Fútbol.

El miércoles el técnico amenazó con dejar la selección, es más, no fue a la práctica vespertina; y en conversación con este medio, Poyatos lloró, se quejó, en fin, hizo pataletas porque la Fepafut decidió unilateralmente y sin consultarle despedir a su personal de confianza: Mario Méndez (asistente técnico) y Richard Caicedo (preparador físico).

"No hay nada más lindo en la vida que ser leal a las personas que están a tu alrededor. Eso te da credibilidad ante el grupo de jugadores", dijo el miércoles un indignado Poyatos, pero 24 horas después, el DT cambió de opinión e incluso aceptó todas las condiciones impuestas por la Fepafut.

¿Con qué cara les hablará Poyatos a sus jugadores de lealtad?, ¿podrá el técnico mirar a Méndez y a Caicedo a la cara?

La reacción de Poyatos es contraria a la de su ex asistente Mario Méndez, a quien no le tembló el dedo para culpar a los miembros de la Fepafut, tildando de "canallada" el desligamiento del equipo nacional, en un programa radial de la localidad.

"Cholito" se defendió de las declaraciones hechas por Pedro Chaluja, al decir que era una calumnia las acusaciones en su contra y que él (Méndez) siempre mantuvo la cordura, en los viajes con el equipo nacional, representando el nombre de Panamá, tanto como miembro de la selección mayor de fútbol y ahora como parte del cuerpo técnico de la sub-20.

En reemplazo de Mario Méndez y Richard Caicedo, la Fepafut nombró a Julio César Toral y a Donaldo González; aún falta decidir qué puesto ocupará cada uno, de cara al Mundial que está próximo a iniciarse.