"Resulta que en mis sueños siempre estaba Dorindo, qué bello Dorindo. Me tocaba con su acordeón el "Solitario", pero siempre soñaba con él...", era parte de uno de los monólogos que decía Caridad Canelón en un monólogo acerca de una anciana, donde describía sus sueños mojados de juventud. Pero amigos, eso sólo era para darle un toque panameño a esta obra que ha arrasado adonde se presenta.
Así como ese monólogo, también Beatriz Valdés y Fabiola Colmenares nos contaron historias de mujeres de diferentes partes del mundo, que han expuesto sus vivencias para que esta obra sea tan exitosa. Les puedo decir que más que simples historias, todas llevaban algo más, pues estas venezolanas dejaban entrever que ser mujer puede ser muy difícil, a la vez que también daban datos en cuanto al tema de las vaginas. "La mutilación del clítoris en África, datos exactos sobre violaciones en Venezuela y otros fueron algunos temas expuestos de una manera jocosa y seria por estas actrices. Monólogos de una prostituta, de una anciana, de una lesbiana, de una musulmana violada más de 7 veces, y hasta de una niña pudimos escuchar, con los cuales nos permitían adentrarnos en su mundo por lo bien que fueron expuestos. Pues Caridad, Fabiola y Beatriz demostraron su abanico actoral, ya que rieron, lloraron, gritaron y hasta actuaban disfrutando del sexo, logrando que las admiremos más. Amigos, no les puedo decir más porque esta obra hay que verla por lo buena que está.
|