Un ángel anónimo llegó en su rescate.
Carlos Daniel, quien sufre de parálisis, supo en silencio que existe Dios, ya no tendrá que estar en suelo frío y duro, huyendo del calor, porque su ángel le regaló una colchoneta en la que su espalda podrá reposar sin sentir dolor.
Al llegar a Felipillo, donde reside María con su familia, estaba lavando la poca ropa con que cuentan. Nunca esperaba tanta comida y ropa para sus hijos. Fue una gran sorpresa.
A través de un reportaje que publicó DIAaDIA sobre la situación de María y sus hijos, uno de nuestros lectores llamó para hacer una donación que consistió en B/.250.00. María nunca imaginó que por medio de este reportaje, le llegara ayuda en su difícil situación. Mientras duró la entrega, no pudo pronunciar una palabra, sólo mantuvo una sonrisa en sus labios, como muestra de agradecimiento.
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