Para llegar a la comunidad de Chamí, hay que estar preparado y dispuesto a sufrir cualquier vuelco, por las pésimas condiciones en que se encuentra el camino.
Sólo los vehículos de doble tracción llegan a subir a esta comunidad indígena. Los conductores tienen que amarrar cadenas en las llantas traseras e iniciar la travesía, como si estuvieran en la montaña rusa.
A pesar de que el Gobierno pavimentó los primeros ocho kilómetros que llegan hasta la comunidad de Sardina, de allí en adelante, el conductor que maneje tiene que ser experto en caminos con lodos.
Gertrudis Cire, presidenta de la Asociación de Mujeres Ngöbe, explicó que a pesar de las buenas instalaciones que tiene Chamí con su centro de salud, se dificulta trasladar los pacientes a los hospitales de Chiriquí.
Agregó que necesitan que el Gobierno haga una inversión en este sentido, porque de lo contrario peligran muchas vidas, ya que la temporada lluviosa no ha pasado y los caminos están intransitables.
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