Desde los 15 años tuvo la oportunidad de irse a jugar al exterior y ahora con 18, está demostrando que su pasaje por el fútbol internacional no pasó en vano.
Es el multifuncional jugador de la Selección Sub-20 de fútbol, Pablo Emilio González, quien no sólo se ganó un puesto dentro del seleccionado nacional Sub-20 que actualmente participa en el Mundial de Canadá, sino que resultó ser titular en el debut de Panamá el pasado sábado ante Corea del Norte.
El chico, residente en el popular barrio Monte Oscuro ubicado en San Miguelito, contó a DIAaDIA que comenzó a jugar fútbol desde que tenía seis años, pues siempre fue el deporte que le llamó la atención.
Él piensa que su gusto por esta disciplina viene como herencia de su abuelo del mismo nombre, quien también en su época llegó a ser seleccionado nacional mayor.
Primero empezó en la Escuela Las Promesas de donde salió el internacional seleccionado alemán de raíces panameñas Kevin Kuranyi, y luego pasó al Dínamo FC. Más tarde, integró las filas del Sporting 89 y cuando tenía 15 años, se fue a Colombia para jugar con el club Deportivo Alexis García de segunda división, filial del Deportivo Independiente Medellín, donde se mantuvo hasta hace aproximadamente un mes, cuando vino a Panamá para incorporarse a la selección nacional juvenil.
En sus inicios se desempeñó únicamente como delantero, pero desde hace cuatro años, también lo hace como volante 10; es decir, el hombre que arma jugadas y abastece a los delanteros.
Para él, ejercer esta última posición representa una responsabilidad muy grande, porque dentro del campo constituye una pieza muy clave y eje principal para cualquier equipo.
"Por supuesto que es una responsabilidad mayor, porque tengo que pedir el balón, alimentar al delantero, llegar al ataque y hacer goles", precisó.
A diferencia de su padre que se dedica a la política y en una ocasión llegó a ser incluso representante, Pablo dijo que a él no le gusta para nada esa actividad.
Su pasión es el fútbol, lo que lo llena, lo motiva y lo incita a seguir adelante.
Es por eso que en el Mundial de Canadá, él se ha propuesto esforzarse al máximo para que todo le salga bien y poder comenzar a cosechar frutos.
Pablo dijo que, habiendo culminado su regular paso por el exigente fútbol cafetero, ahora espera abrirse puertas en otras esferas de mayor nivel.
El juvenil mundialista informó que su agente Luis Felipe Posso le habló sobre la posibilidad de ir a jugar a Uruguay. Por tal razón, él espera aprovechar la amplia vitrina que representa la máxima cita para que los cazatalentos lo vean y así poder concretar el futuro de su carrera futbolística.
INSPIRACION
Como todo jugador joven que sueña, y siendo admirador del astro brasileño Ronaldo (surgido de las favelas), él anhela jugar en España y llegar a ser tan grande como lo ha sido él.
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