Los primeros adornos fueron flores naturales, como: rosas, claveles, jazmines y papos. (FOTÓGRAFO: CARLOS CASTRO)
Dayana Rivas
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Un arte inspirado en la naturaleza. Los tembleques son los accesorios de la pollera que engalanan la cabeza de la dama que los lleve puestos.
La señora Elba Echevers, promotora folclórica, explicó que los diseños son inspirados en figuras de la fauna y flora. Las rosas, flores de papos, libélulas y mariposas son algunas de las figuras más comunes.
En épocas antiguas se usaba sólo flores, pues era la único que se conseguía como adorno, pero todo ha evolucionado y surgieron materiales que tienen colores y texturas muy vistosas, como los perlas, gusanillos metálicos, canutillos, chaquiras, cristales, alambre dulce, hojas plásticas, cintas o telas de sedas y satín.
Echevers se refirió a los tembleques hechos de escama de pescado como una tradición que se ha ido perdiendo. Este implemento ya no se vende, pues cada día es más difícil conseguirlo.
Cada pollera tiene su estilo de tembleques y también hay ciertas reglas que se deben seguir al ponerlos sobre la cabeza. Es importante que completen doce pares y que hagan juego con los otros accesorios.
Algunos tembleques se ponen en puntos específicos de la cabeza como los tapa moños, los que se ponen en la parte trasera y cubren el área total de la cabeza. Asimismo los tapa orejas, que se colocan desde la parte donde sale el zarcillo hacia la punta .
Muchas familias conservan los tembleques y los traspasan de generación en generación.