A pesar de que Rubén Villar ama la docencia, admite que si cuando estaba joven hubiera descubierto su talento por la música, hubiera cambiado de profesión.

Y es que fue hace diez años cuando llegó a la dirección de la escuela Santiago De La Guardia, ubicada en San Isidro, San Miguelito, que se topó con un viejo acordeón que un día sin saber nada de música empezó a tocar.

El profesor Villar fue escuchado por un señor que incluso le grabó con un conjunto. Posteriormente, hasta participó en un concurso en una feria en Soná donde ganó el primer lugar, allí le regalaron un acordeón.

Así fue como poco a poco el maestro fue mezclando la docencia con la música, pues se fue rodeando de experto en el arte que le fueron instruyendo. "Gracias a ellos logré desarrollar y ahora ejecuto bien el acordeón", dijo.

"Yo nunca supe que tocaba acordeón, pero mi abuelo era músico, parece que allí estaban los genes", platicó el docente quien en el día funge como director y en las noches como músico de su conjunto Los Profesionales.

En días pasados tuvieron un evento en la escuela Samuel Lewis Galindo donde tocaron en una cabalgata de caballos de palo. También participan en eventos en la Regional de San Miguelito, Penonomé, Colón, Chilibre, entre otros.

Villar hizo la salvedad de que en sus bailes no toma ni fuma, "pero sí soy muy divertido, me gusta la música y la gente baila", y es que él debe dar un buen ejemplo, más a sus estudiantes que a veces cuando lo escuchan practicar se asoman a la dirección y hasta gritan y aplauden.

CON PAYITO

El profesor Villar dijo orgulloso que le ha tocado trabajar con Payito Ballesteros, quien ganó el 3er. lugar en el Reto Tipiquero.