¡Qué birriosos! Los griegos no dejan de celebrar. Ayer, la rumba siguió en las calles de Atenas, donde los fanáticos se adueñaron de la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos.
Ojalá que la fiesta no se les enfríe mañana, cuando tengan que enfrentar en el encuentro final a los anfitriones de Portugal en un partido con sabor a revancha.
A los dos equipos que abrieron la Eurocopa les tocará cerrarla.
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