La acumulación de restos de yeso en uno de los tubos de drenaje del hospital Nicolás Solano de La Chorrera, ocasionó el derrame de aguas servidas, en la vía que conduce a las nuevas oficinas de la Dirección Regional de Salud en Panamá Oeste.

El control previo y la exigencia de tres cotizaciones por parte de la Contraloría General de La República, han demorado según el director medico del Hospital Nicolás Solano, Abel Ibarra, iniciar los trabajos de remoción del yeso, acumulados en el drenaje.

Los trabajos de remoción del yeso consisten en drenar el tanque séptico, con una inversión de 3 mil balboas.

Tal suma, comentó Ibarra, pudo haberse invertido en la compra de medicamentos y el pago de otras necesidades del hospital.

Según Ibarra, existió falta de precaución del personal al estar arrojando por tres años al drenaje, restos de yeso diluidos en agua sin considerar las consecuencias.

A este problema, se suman las aguas no tratadas que son arrojadas a una alcantarilla las cuales se estarían filtrando hacía la barriada Nicolás Solano.