El portero titular de la selección portuguesa, Ricardo, pidió ayer poder llegar a la final de Berlín para batir un nuevo récord, después de que ante Inglaterra detuviese tres lanzamientos en la tanda de penaltis, algo que ningún guardameta había logrado antes que él en una Copa del Mundo. "Francia, Italia y Alemania ya fueron campeones del mundo, quizás la suerte nos sonría, porque hay récords para ser batidos", dijo en rueda de prensa el héroe del partido.
|