"Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, tienes razón".
Existe un caso bien documentado, éste data de 1900. Por esas fechas, se instalaron unas máquinas tabuladoras nuevas en el Departamento de Censos de los Estados Unidos.
Su funcionamiento era parecido a una máquina de escribir. El inventor de la máquina estimó que un trabajador capacitado, podría procesar alrededor de 550 tarjetas por día. Después del entrenamiento inicial y un periodo de dos semanas de experiencia, los trabajadores llegaron a la meta de 550 tarjetas por día. Algún tiempo después, podían producir algunas más, pero con un gran costo emocional. Poco después, doscientos nuevos trabajadores se agregaron a los existentes. A ellos no les dijeron nada acerca del estrés, ni sobre las limitaciones de la máquina.
Mientras que el grupo original sufría para producir 700 tarjetas por día, el grupo nuevo pronto llegó a tabular 2100 diarias, sin padecer efectos negativos.
Lo anterior ilustra cómo, una vez que se nos marcan límites, tendemos a aceptarlos y actuar en consecuencia. Si la gente espera de nosotros un comportamiento o un nivel de desempeño, lo alentarán; al mismo tiempo, castigarán aquéllo que lo contradiga. Henry Ford decía: "La creencia hace la diferencia. Si bien es cierto que tenemos muchas áreas de oportunidad, el estar focalizados en lo negativo no nos hará mejores, sino todo lo contrario. La confianza en sí mismo, produce convicción. Hace que los demás crean en nosotros".
|