Hubo poca seguridad en el área. (Foto: Adriano Duff / EPASA)
Jesús Simmons
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El Chorrillo no era el mismo. El ambiente era pesado, la gente estaba a la expectativa como si algo malo fuese a ocurrir en el populoso barrio.
Y no era para menos, ya que se realizaba la reconstrucción del caso del dirigente Héctor Ávila, herido de bala por dos menores el pasado 23 de mayo, frente a su casa.
Ávila solo dijo que quiere que se haga justicia y que paguen por lo que hicieron.
El personal de la Fiscalía informó a la prensa que debía desalojar el lugar, porque los sindicados eran menores de edad y debían proteger su integridad.