
El artista sufría un cáncer del que se enteró hace apenas unas semanas. Se le había extendido por todo el cuerpo.
La presencia de este artista está intacta en el mundo musical como consecuencia de 78 años de vida dedicados, casi todos, a la exaltación de uno de los instrumentos más representativos de la isla: el cuatro. Con este instrumento, característico por su sonido, fue el pionero en presentar el ritmo distintivo de esas cuerdas en la salsa, en países como: Japón, Sudáfrica y Rusia, no sin antes abrazar la música típica y de trío en su isla y Nueva York.
Fue parte de la orquesta Estrellas de la Fania, además, junto a Willie Colón y el cantante Héctor Lavoe hicieron una de las fusiones más exitosas entre la música típica puertorriqueña y la salsa, consignada en los discos de la serie “Asalto navideño” (1971-73). En el álbum “La Herencia” grabó “La Murga de Panamá”.