Parece que el famoso actor pretendía que su pequeña se uniera a la “Sea Organization”. Una rama de la cienciología en la que los niños son enviados, sin sus padres, a sumergirse en las creencias con disciplina parecida a la militar. Deben firmar un contrato en el que son obligados a servir con un billón de dólares a la organización. Viven juntos y no se les permite casarse con nadie que no pertenezca a la “Sea Org”, aunque no les permiten tener hijos. Webs de exmiembros aseguran que si alguna mujer queda embarazada es forzada a abortar.
Tampoco creen en la medicina, los miembros no tienen seguro médico, reciben los tratamientos que la organización cree oportunos. No es nada fácil salir de ahí, incluye un proceso de tres años de presión, aislamiento, etc.
Fuentes del portal TMZ aseguran que la única vía que Katie ha encontrado para evitar que su hija caiga en las redes de la secta ha sido divorciarse de Tom Cruise.