Uno de los lugares más lujosos en el área revertida de Colón y donde se realizaban las actividades de la alta sociedad, eran las instalaciones del Club de Brazos Brooks, ubicado a 7 minutos de la ciudad, y con una exclusiva área verde para la práctica de golf. Pero hoy no es ni la sombra de lo que era hace 12 años, cuando un incendio destruyó toda la estructura.
El lugar, rodeado de una impresionante belleza natural con árboles y animales silvestres, ha quedado convertido en un esqueleto con cuatro enormes paredes y columnas deterioradas.
La piscina está llena de agua verde, convirtiéndose en un foco de infección y criadero de mosquitos, muy similar a la piscina ubicada en la esquina de la calle 50, de la capital, donde se iba a construir un enorme edificio.
Se han llevado lo poco que quedaba y la hierba mala empieza a esconder estas instalaciones, así como la carretera de asfalto.
En el Club de Brazos Brooks se realizaron importantes reuniones empresariales entre inversionistas de Panamá y otras naciones; fiestas de cumpleaños y bodas, hasta la llegada de presidentes para reunirse con miembros de su gobierno.
Lo único que se conserva intacto es el campo de golf, que recibe mantenimiento de las áreas verdes de parte de aficionados a este deporte.
En su mayoría, son algunos empresarios que a tempranas horas aprovechan un tiempo de su apretada agenda para jugar golf.
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