Un golazo del defensor Amaral, que en una descolgada desde la mitad de la cancha dejó en el camino a tres rivales, y dos de letal oportunismo de Alexandre Pato, rehabilitaron ayer a Brasil de su mal comienzo en el Mundial Sub 20 y sellaron una sufrida victoria de 3-2 sobre Corea del Sur.

A pesar de las individualidades, los ganadores de cinco títulos mundiales de la categoría siguen sin convencer en Canadá.

El equipo de Nelson Rodrigues, que se vio sorprendido en el comienzo, tomó respiro con tres goles de gran factura al promediar el encuentro, pero nuevamente terminó pidiendo tiempo por culpa de un rival que jamás se rindió y mereció otra suerte en el Estadio Olímpico de Montreal.