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Artista de la técnica y la defensa
Hilario Zapata fue campeón en las categorías Minimosca y Mosca.

Humberto Cornejo O. | DIAaDIA

Fue un boxeador con un estilo diferente de pugilismo.

De un barrio populoso de Panamá, nació nuestro campeón número catorce de boxeo, Hilario Zapata.

Este gladiador, que se crió en El Chorrillo, nos comenta cómo fue su infancia: "me crié con mi abuela, la señora Juana Pañuela, que lavaba y planchaba en la calle para traer el sustento; crecí con mis tíos, que los quiero mucho, no solo como un sobrino, sino como mis hermanos".

Zapata tiene 12 hermanos: siete por parte de madre, del que es el primero, y cinco por parte de padre, del que es el segundo.

CARRERA

"Mi carrera se inició peleando en las calles, cobraba 0.25 con muchachos de mi tamaño y 0.50 con los que eran más grandes que yo", señaló Zapata a DIAaDIA, pero él no era así, todo se dio por casualidad.

"Yo no era de pelea, siempre me correteaban para quitarme la plata y un día mi papá me vio corriendo, me agarró y me hizo pelear con ese niño; le di una puñera, pero del miedo que tenía", manifestó Zapata, quien aseguró que desde ese momento, fue más agresivo, como lo conocieron en el boxeo.

A los 12 años, comenzó a entrenar en el gimnasio de El Marañón con un entrenador llamado "Comején".

En su carrera de amateur fue donde aprendió toda la técnica y ese particular estilo que lo convertiría en un grande, ahí realizó 150 peleas de las cuales ganó 147 y perdió solo tres.

También representó al país en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, realizados en Jamaica.

Después de que fue a la gran escuela que fue la amateur, toma la decisión de comenzar su carrera como profesional. "Bueno, debí escoger pelear profesionalmente porque ya tenía una hija que debía mantener, ya que cuando terminé la carrera de aficionado, me prometieron trabajo, pero nunca me lo consiguieron", declaró Zapata.

Comenzar su carrera profesional no fue nada fácil, pues no le habían dado el permiso para pelear, "así que fui a Costa Rica con Ismael Laguna para realizar mi primera pelea y cuando llegué allá no pude pelear por órdenes de Torrijos, para que participara en los Centroamericanos", de donde se salió porque lo harían eliminarse con boxeadores a los que él ya les había ganado dos veces.

CAMPEONATOS MUNDIALES

Con solo 11 combates como profesional, llegó la oportunidad que todo boxeador sueña, que es de lograr un campeonato mundial, por lo que Zapata se preparó a conciencia para enfrentar y ganarle a un duro rival como Shigeo Nakayima, en Tokio, Japón.

Así fue como se coronó campeón mundial de las 108 libras. Defendió ocho veces el cetro del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Este título lo perdió ante el mexicano Armando Arsúa.

Este cinturón lo recuperó en 15 asaltos contra el japonés Tadashi Tomari, en Japón.

Ya para el año de 1985 es cuando logra conquistar el título mosca de la Asociación Mundial Boxeo (AMB), al derrotar al estadounidense Alonso González.

ANECDOTAS

Una de las peleas que más recuerda fue cuando enfrentó al colombiano Fidel Bassa: "me decían de todo, me gritaban improperios cuando entrenaba", reveló.

"A la hora de la pelea, tiraban piedritas al entarimado y papelitos, hasta que en un momento me jalaron y me golpearon. Al finalizar el encuentro, dictan la decisión y bajo del ring, y tuve que salir corriendo porque me dispararon en los pies. Para concluir, tuve que esperar hora y media para irme al hotel donde también me esperaban fanáticos para atacarme", expresó "El Bujía" a DIAaDIA.

NUEVA GENERACION

Al preguntarle sobre las nuevas figuras del boxeo nacional, Hilario Zapata nos dio su declaración: "Estoy preocupado, hay buenos boxeadores en estos momentos, ellos se encuentran fácil, ya que les dan más plata por pelea, y hasta en el pesaje, que es un día antes".

"Mira, "Pelenchín" es un buen campeón, un buen boxeador, pero no utiliza su "jab" y su alcance; en vez de sacar ventaja, él mismo se desluce, ya que no hace una pelea que le guste al público".

Zapata reveló que le gusta hablar con los muchachos, pues no le gustaría que les suceda lo mismo que a él.

"El Bujía" llegó a un punto bajo como ser humano, pero se levantó y logró salir de las drogas y recuperar el curso de su vida.

ACTUALIDAD

En la actualidad, este ex campeón trabaja en el Banco Hipotecario, en la casa matriz; cuando sale se va a La Chorrera a entrenar con Gustavo Cervantes.

Hilario Zapata tiene siete hijos, vive con los tres más chicos, con su esposa Georgina Caballero, con la que tiene 28 años de casado y el prestigio de ser uno de los mejores cinco de la historia del boxeo panameño.

ÍDOLOS

Los boxeadores que le sirvieron de modelo para su carrera fueron Ismael Laguna y Roberto Durán.





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