La vida no ha sido fácil para Adolfo Rivera, un joven de 21 años que padece parálisis cerebral y que vive en El Barrero de Aguadulce.
Desde pequeño ha sufrido en carne propia el dolor; sin embargo, a pesar de las limitaciones sus padres lo impulsan a seguir adelante.
Teodoro González, padre de crianza, indicó que se dedica a cuidar a Adolfo todo el día.
"Soy pensionado porque tengo problemas en la columna vertebral", manifestó.
Alegó que su esposa trabaja diariamente; pero el dinero no les alcanza para darle a Adolfo una mejor calidad de vida.
"Aunque vivimos en una humilde casa, con múltiples necesidades, sabemos que Dios no nos abandonará y enviará un ángel a ayudarnos", precisó.
Acotó que el joven necesita alimentos secos, pañales desechables, una cama ortopédica y una silla de ruedas.
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