Todo un personaje. Bajo un ardiente sol encontramos al señor Ricardo Gooding vendiendo agua embotellada y paraguas en la recién inaugurada Cinta Costera.

Este mes, él obtendrá su título como Licenciado en Inglés, pero cada vez que puede, vende los productos para ganar algo de dinero.

Como todo comerciante, Ricardo tiene su forma de atraer a los clientes. Él pone letreros en el cooler donde guarda las botellas, pero además vocifera el producto y también los coloca a la vista.

Servicio especial

'Hay personas que a pesar de que usted le dice que es entrega a domicilio, no comprenden ese servicio tan especial', recalcó, refiriéndose a aquellos que se incomodan por los precios, porque el agua vale B/1.00 y los paraguas B/2.00.

'Lo que pasa es que esas son personas que tienen la mente chica y no piensan en el servicio que se les está brindando', expresó y es que él piensa en el futuro del país y en los turistas que sí comprenden y sin reparo pagan el precio de los productos.

Ricardo recuerda con mucho cariño aquellos tiempos cuando tenía 19 años y que recorrió distintos países, incluso estuvo en la armada de Estados Unidos durante tres años. 'En la armada no me fue muy bien', dice entre risas este colonense de corazón, quien aduce que aunque es cédula ocho, se crió en esa provincia.

'Paraguas no se quemen', les dice a las personas que sofocadas por el sol buscaban algo que les brindara sombra.

Y ahí lo dejamos, vendiendo sus productos y platicando amenamente con sus clientes, pues como él mismo dice, 'hay que tratar bien a las personas'.

LOGRO

Este mes Ricardo se graduará de Licenciado en Inglés.