El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, podría recibir mañana un regalo de cumpleaños muy original: la sede de los Juegos Olímpicos del 2012.
La extravagante promesa la hizo ayer el viejo amigo de Bush y consejero Roland Betts, quien se presentó en una conferencia de prensa en Singapur junto al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
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